Manuel Bellido

El Sonido del Maestro

Nacido en Granada en 1939 en el barrio del Realejo, Manuel comienza a trabajar en un taller de carpintería a la edad de doce años, tiempo más tarde compagina el trabajo de ebanista con la elaboración de castañuelas para el maestro Eduardo Ferrer. A los dieciocho años se forma ya como constructor de guitarras en el taller de este, hasta que es llamado al Servicio Militar. A su vuelta monta su primer taller de forma independiente junto a Antonio Marín, y tras varios cambios de emplazamiento, finalmente establecen el taller definitivo en la calle Paseo de las Palmas, en 1968. En este taller se formarían, además de los hijos de Manuel, Jesús, Miguel Ángel y Mauricio, otros guitarreros de prestigio como el hermano de Manuel, José López Bellido, Rafael Moreno, Juan Miguel Carmona y otros muchos.

Según la época de construcción podemos encontrar diferentes etiquetados en sus instrumentos. En la primera, sus instrumentos aparecen etiquetados como “Vellido”. No obstante, un buen número de dichos trabajos los construyó para otros maestros, lo que hace probable que no conserven su etiqueta original. Más tarde, en una segunda época, fruto de su asociación con Antonio Marín Montero, aparecen etiquetados como ”Montero-Bellido”. Tras disolver su asociación, sus instrumentos aparecen etiquetados con su nombre completo, “Manuel López Bellido” o “Manuel L. Bellido”, y actualmente como “Manuel Bellido”.

Desde el punto de vista técnico, sus guitarras son muy complejas, pues domina todos los sistemas de construcción y habitualmente los utiliza y mezcla a su antojo. Esta inquietud lo ha llevado a realizar importantes mejoras en diferentes técnicas y al diseño y desarrollo de útiles que hoy encontramos en cualquier taller de instrumentos, tales como la calibradora de lija, o el molde exterior. Entre las innovaciones que se le pueden atribuir está el uso del doble fondo, tapa e incluso aros, productos de la búsqueda de nuevos matices al combinar maderas diferentes.
Ha construido muy diversos instrumentos, tales como laúdes españoles, laúdes renacentistas, reproducciones de guitarras antiguas, bajos, guitarras de seis ,siete y diez cuerdas, tiples, charangos, requintos, bandurrias, etcétera. También ha realizado numerosas restauraciones.

De estética sencilla, las guitarras de Manuel son conocidas por su volumen, equilibrio, belleza de sonido y riqueza de matices y tonos, así como por la facilidad de ejecución. Grandes profesionales de la guitarra clásica y flamenca han pasado por su taller y tocan o han tocado sus instrumentos.

Es considerado por muchos profesionales como uno de los principales nombres de la guitarra española.

El hombre que trabaja la madera ve en la guitarra la meta de su trabajo Manuel Bellido